miércoles, 3 de octubre de 2012

la industria de la Alpargata y los inmigrantes libaneses



 La confección de la Alpargata - Calzado de origen Hispano-Árabe, fue de gran  relevancia económica en el  Estado Lara y en los principales municipios geo-estrategicos de la parte sur-oeste del estado, como el municipio Moran y el Municipio Torrez,y con gran auge a nivel nacional, para las décadas de los años 20, 30, 40, 50, 60 hasta su decadencia en los 70; convirtiéndose en una próspera industria, destacándose por su utilidad y especialmente por los materiales con que se construye, por presentar la variante de su suela de caucho

.Esto aunado con la primera guerra mundial en que desde Europa y estado Unidos estuvo limitada y hasta restringida la importación de Zapatos, fue a partir de allí,  donde esta industria del calzado alpalgatero ..Artesanal tomo auge en nuestra región. destacando a los principales comercialisadores y fabricantes de origen Libanes quienes forjaron esta industrias de fabricacion y comercializacion de estas pieza,,entre ellos SIMON E: SALDIVIA & Compañia y Miguel Angel Saldivia & Hermanos compañias a partir de los años 1920 del siglo XX.

En tiempos pasados en especial en las primeras décadas del siglo XX  fue el calzado por excelencia, no solo de las clase campesina y humilde sino también de la élite de la ciudad, tomando gran auge en los estado vecinos, por las razones ya escritas anteriormente como fue la 1era guerra mundial.

 En el caso de el estado Lara llegó a tener mas de 20 alpargaterías, Y donde tenemos  según la guia economica y social del Estado Lara 1954 una de las principales era la de SIMON ELIAS SALDIVIA & COMPAÑIA, propiedad de el inmigrante libanes Don Simon E. Saldivia  ubicada primeramente en El Tocuyo y luego en Barquisimeto, y una gran cantidad de  filiales que se quedaron el El Tocuyo como la de Elias Saldivia & Co. y que generaron una gran cantida de empleos en la confeccion del capella que por supuesto eran usado por el que le denominaban MAESTRO ALPARGATERO en la confección de la pieza.

Estos libaneses que comenzarón la industrialización y comercialización de la Alpargata llegaron sin dinero, semianalfabetos y sin hablar una palabra de español; y sus descendientes lograron  levantar imperios económicos:sabiendo  aprovechar las oportunidades a fuerza de trabajo y tesón.

Fueron miles de emigrantes de origen  libanés que llegaron a Guarico y El Tocuyo, , en varias oleadas desde finales del siglo XIX huyendo, la mayoría, de la miseria del campo del Levante mediterráneo, otros de persecución política o religiosa y que lograron lebantar barias compañias de produccion y comercializacion de este producto "La alpagata"dando empleo a muchas familia.



Eran decenas de empleados los que desde primeras horas de la mañana llegaban hasta su sitio de trabajo, para comenzar la faena diaria. La actividad en los hogares comenzaba desde muy temprano, en horas de la madrugada. A esa hora ya estaba levantada la ama de casa y de inmediato preparaba el café o el guarapo y hombres y niños marchaban rumbo a la alpargatería Los hombres se dedicaban al trabajo fuerte, desde sacar las tiras de caucho hasta la pegada. Los adolescentes, antes de ir a la escuela también pegaban taloneras y capelladas, mientras que el trabajo de las mujeres consistía en “echar” y pegar los cortes.

 Había el trabajo específico para hombres, mujeres y niños; unos confeccionaban parte del trabajo en el rancho y otros en su casa. La debido a la escasa producción y porque nadie quiere ponerse alpargatas, solamente son usados por muy pocos campesinos y pescadores neoespartanos alpargatería está en decadencia y vive gracias al esfuerzo de tres o cuatro hombres que se resisten a que muera,

Historia de la Alpargata ...que fabricaban y comerciaba los Árabes libaneses.

Este calzado liviano, apropiado para el clima de Venezuela "La alpargata”. Se tejía en telares triangulares, con hilo de algodón. Constaba de una capellada y de tres jiras: una llamada Talonera que forma arco en el talón, y dos denominadas Arristranco, Atadero o Correítas, que sirven para sujetar la capellada a dicho talón. La suela podía ser de cuero o de cocuiza y modernamente se corta de caucho viejo.

Desde hace años, existen pequeñas máquinas para el tejido de capelladas, las cuales se encuentran sobre todo en los pueblos andinos de Venezuela. Pero con estas máquinas las alpargatas, si bien se industrializaron, pierden belleza en tanto los diseños se estandarizan. Las alpargatas hechas en telares caseros mostraban profusión de dibujos y combinación de hilos de colores, que variaban según la  región y a veces entre un tejedor y otro, a lo cual llamaban pintar las capelladas”.

En distintas regiones del país, es fácil darnos cuenta de que no hay variación en el tipo. Sus diferencias están en el color de los hilos utilizados para tejerlas, como lo señala Miguel Cardona en “Tema del folklore de Venezuela”:“Dentro de este aspecto, hay diferencia esenciales entre las alpargatas andinas y las de otras regiones.
 Las de los Andes se caracterizan por el vivo y variados colorido de sus capelladas; mientras que las de las demás regiones, por lo común, son escasas de color, predominando el negro. De esta manera particular, en las regiones centrales y orientales, la alpargata negra es la más generalizada.

Es de notar, además, que las tachirenses, en su mayoría, no tienen abertura en la punta, o sea no tienen en ella el hueco característico del resto del país”.Esa variedad que indica Cardona y considera en ocasiones como atrevimiento, llevó a que algunas personas se eximieran de utilizar el calzado por miedo a las crítica y burlas. Presencia del tan conocido qué dirán.

Cuentan los que cuentan cosas, que en una época en Caracas, era común el uso de  alpargata entre personas de escasos recursos y que en el Mercado de San Jacinto y en otros lugares las vendían a dos bolívares. Hoy, además de no encontrarse fácilmente, un par cuesta más allá de los cien mil bolívares. A esa casi total desaparición contribuyó el zapato, cuya utilización simbolizaba una transición social, una mejora, un cambio de status: Te envío el retrato para que te dé bravata porque ahora uso zapato y ya boté la alpargata.

En este buscar huellas encontré anécdotas como la del hombre al que le preguntaron por qué tenía tantos zapatos y respondió: “Ellos me recuerdan mis días de alpargata”.

Y la tremenda sorpresa de aquella muchacha traída a la capital como servicio de adentro que asustó a todas cuando gritó: “Vean, vean, la señora se pone alpargatas”.

Claro, no era para menos y es que su patrona después de un día ajetreado en la calle, decidió descansar sus pies colocándose un par del añejo calzado.

Revisemos algunos testimonios orales: “Los muchachos alpargatearon la fiesta de María”….“La muchacha se alpargateó delante del caporal”.

Y ahora varias acepciones: Tragar alpargatas: pasar por un mal momento, verse en aprietos. Alpargatear: menoscabar, degradar, humillarse. Alpargatudo: individuo rústico, de baja condición.
Los autores coinciden en que para la realización de la capellada existen dos tipos de telares: el de madera, triangular, hecho en las casas, y el industrial que es una pequeña máquina. Ambos son conocidos en casi toda Venezuela. Criterios iguales encontré en cuanto a las suelas. Volvamos a Miguel Cardona:

“En general hay tres tipos de suelas para alpargatas: cuero, cocuiza, fique o sisal y caucho. La suela de cuero es la más corriente. En toda Venezuela existen alpargatas con suela de cuero. Esta consiste en un trozo recortado a cuchillo en forma aproximada a la de la planta del pie, pero de manera que sirva indistintamente para el pie derecho o para el izquierdo.

Las suelas de fique o sisal son características de algunos tipos de calzados de Margarita, Lara, y Mérida, donde existen zonas con plantaciones sisaleras. Estas suelas se confeccionan casi siempre a base de una crineja aproximadamente plana, de unos diez milímetros de ancho, que se hace trenzando fibras de sisal. Dicha crineja, puesta de canto sobre una mesa, se va enrollando, dándole una forma alpargatada hasta que se tiene la que corresponde al pie. A medida que se va enrollando, se cose con una aguja saquera y pabilo.


Las suelas de caucho provienen de llantas usadas de automóviles. Aprovechan principalmente las partes de los lados. Las recortan más o menos como si fueran de cuero. Las alpargatas de suela de caucho representan el resultado de la hibridación de un producto de la gran industria moderna, con una tradición centenaria”.

Autor e investigacion : Lic.en cultura.. y  Mag, Antonio J. Saldivia 


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